Quien soy:

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Siendo mi madre fotógrafa, era común estar entre cámaras desde que nací.

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A los 13 años empecé a acompañarla a eventos sociales como XV años, Bodas, y fotos grupales en escuelas. Cambiaba rollos de película, ponía baterías al flash, etc; hasta que un día me dio su cámara de respaldo y me dijo:

"¡Anda, empieza a tomar fotos!". Tenía yo 14 años.

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Considero a la fotografía como la forma artística de conservar para la posterioridad los sentimientos por los que uno pasa a lo largo de la vida. Una fotografía debe contar una historia, debe ser capaz de provocar a quien la ve alguna sensación, porque se trata no solo de documentar un acontecimiento, sino además, que dicho suceso sea la base para crear algo artísticamente hermoso, en donde el protagonista principal sea la persona.

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Deseo que mi trabajo sea de tu agrado, y que algún día, muy pronto, me des la oportunidad de ser tu fotógrafo.